EN OTRA VIDA
Tú pulsaste las cuerdas de mi lira,
¡las de mis más profundas emociones!
y, cifrando yo en ti mis ilusiones,
desterré de mi alma, al fin, la ira...
Quería amarte como aquel que aspira
a ver juntos latir dos corazones
¡y ejerciste de musa en mis renglones,
la que al poeta en su cantar le inspira!
Cuando llegaste a mí, en mi presente,
supe entonces que ya te conocía,
de una vida anterior, probablemente;
y pensando en nosotros, noche y día,
no lograba apartarte de mi mente...
¡sintiendo que fui tuyo y fuiste mía!