Escribí mis deseos en un papel, meciendo mi afán en un sueño, suave sentimiento sobre la piel, esperando por fin el encuentro. Corazones de latidos perdidos, destino de abrazos compartidos, se cruzaron nuestros caminos, ¡quise estar siempre contigo! Mi candela alumbraba tu alma, con el sol, te regalaba mi alegría, estrella que en toda madrugada, enamoraba con tenues caricias. Te amparaba en tu sufrimiento, sofocando enteros tus miedos, tus llamas me ardían por dentro, distinguida musa de mis versos. Cuando el viento soplaba fuerte, era amor, mejor que tu suerte, aunque mi valor de enamorado, no pudiera permanecer callado. ¡Y por encima de mi enemigo! ¡Quise estar siempre contigo!