POEMA DE LA MELANCOLÍA
La mesita de noche, el lecho aparte,
todo está igual, allí donde solías,
en las noches de invierno recostarte:
para leer algunas poesías .
A veces tu lectura interrumpías ;
y tus negras pupilas me miraban,
en tus labios los besos retenías ,
porque los goces del placer ansiaban.
Hoy que no estás añoro tu presencia,
y nuestro lecho luce tan desierto,
no me enseñaste a soportar tu ausencia,
y de esta pesadilla no despierto.
Y te veo entre brumas del pasado,
como en aquella noche que leías,
semejabas un lirio desmayado,
con tu libro de viejas poesías.
Ya solo queda mi dolor profundo,
un libro y una triste poesía,
EL sueño que se pierde en un segundo,
tu voz ausente y mi melancolía.
KIN MEJIA OSPINA.