La muerte baila en mis pupilas
y en las tibelas austeras y felices
los colores y gestos de las lenguas draconianas
desfallecen en gritos mudos de ayuntamientos invisibles
en Olimpia y Düsseldorf bailan los mudos
y el vómito de sus sueños
en parejas disparejas
y en Nobosivirsk ya nadie canta....ya nadie llora
ya nadie zizea lumbres tibias
y caucásicas