Cierto, una silla vacía en esta navidad
Y otras más en casa de gente amada,
Pero no hay que llorar, no, vamos a celebrar,
Jesús ocupará el lugar de aquellos
Que en el cielo están y no desean regresar.
Levantemos la copa de la felicidad,
Y permitamos que haya sonrisas,
Regalemos amor envuelto en la ternura,
No perdamos la oportunidad
De hacer feliz a un niño en orfandad,
A un anciano olvidado, a un paria,
A un caminante extraviado,
A un extranjero, peregrino o exiliado,
Cuanto más a un amigo o hermano.
Eso es la navidad, es amor, es amistad.
Es compartir el pan, una cobija, un techo.
Jesús ascendió a los cielos,
Pero a diario nos visita, y lo puedes ver
En los ojos que han llorado,
En los rostros marcados por el hambre,
En aquellos flagelados por el odio,
Los discriminados, los avergonzados
De sus crasos errores.
Todos, sí, todos tenemos derecho
A la cena del Señor,
Platillo de amor, armonía, paz y gozo,
Si así lo hacemos, disfrutaremos
Un Año Nuevo Mejor.
Amén, que así sea…
(VOZ DE TRUENO)