La vida se pone loca,
me razguña, me provoca,
me juega a las escondidas,
me divierte, me fascina,
me resuelve los problemas,
las intrigas, las pasiones,
las penas que voy teniendo,
las que dejo derretidas,
las que me siguen corriendo,
las que de bronca acorralo
y me esperan en la esquina,
mientras me pongo a tu lado
con empuje y sin clemencia,
a combatir los fantasmas
que traje desde Argentitna.
Vivamos la vida loca
todo el tiempo de rutina
sin que me queme la frente
ni el asado en la cocina.