Acudo
Acudo a mi instinto que me alerta de ti
Te escucho entre las rendijas que asoman tu ser
Descubro tu aroma que se cuela en mi espacio vital
Y te encuentro en cada segundo de mi devenir
Alojada inclemente en mi corazón y en mí existir
Como el gorrión que anida buscando refugio y en su interior presiente el nacer, así te siento con gran emoción
Mujer divina que vives en mí, con tu dulzura infinita.