Yo no quiero tocar el cielo,
Ya no espero volar muy alto,
Ni ser el gran depredador del océano.
Tan solo quiero una pequeña colina
Donde el sol se pose por las mañanas,
Que me abrace la piel y me sane.
Yo no quiero un gran amor que me cambie
La vida, ni la promesa de una eterna alegría.
Tan solo quiero respirar la libertad que respiran
Las aves, que van cantando de árbol en árbol,
Y ese es su único propósito en la vida.
Por qué no puede esta especie humana,
Ser como las aves, o los peces, o los árboles,
Por qué nuestra existencia es una lucha a muerte
Con nadie más que nosotros mismos.
Yo no quiero ser más un muro de hielo,
A punto de quebrarse, yo solo quiero ser agua que del río nace.