Los juegos de envite y azar
son una diversión muy popular
pero si se convierten en vicio
es muy difícil de dejar.
Solo piensa en jugar
el juego ocupa su mente
no acepta que lo critiquen
y actúa violentamente.
El ludópata justifica su vicio
como una gran inversión
y cuando esta sin dinero
cae en desesperación.
Hombres muy adinerados
con el vicio de jugar,
han perdido sus fortunas
por no dejarse ayudar.
El ludópata es un enfermo
al que se debe tratar
con una buena terapia
y ayuda profesional.
La vida del jugador
es triste y miserable,
porque nunca tiene nada
y no acepta ser culpable.
Cuando el ludópata acepta
que el vicio no puede dejar,
es el preciso momento
para poderlo ayudar.
Las familias sufren mucho
con este tipo de vicio,
porque el daño es muy grande
y no deja beneficio.
Autor: Alejandro Díaz Quero
Villa de Cura,16/12/2020.