Esteban Mario Couceyro

El mañana no existe

Extraño sino el de la flor
ser arrancada por amor
para que tus ojos la vieran
frágil entre las manos.

Como mi propio corazón

que inexorablemente

marchitará de tiempo y olvido

en esa aparente

felicidad.

Si pudiese regresar a ese beso niño...

Lo gustado, ya lo tienes
el asombro del recuerdo
el éxtasis de lo hallado
maravilla que no pierdes
mientras el amor te inunda.

Hoy en tanto
el camino polvoriento de miedos
se lava de dudas y es barro
en lluvia que hace un suelo nuevo.

Primavera tibia de flores rojas
de finos besos
dejados en los bordes del alma.

No volveré a temer

el mañana no existe.