Como decía aquel gran poeta,
Luna tu que la vez todas las noches,
dedícale uno de los versos que he dicho
pensando en ella,
dedícale el primero,
ese de aquel día que la vi por primera vez,
es en dónde le decía que en su mirada
esconde una luna perdida,
y que el destello de su singularidad
me hizo estrellar los ojos,
y que desde ese día llevo guardado
el choque que me provocaron al ver sus ojos...