Ahí estaba cuando llegué
Sus hojas recién caídas
Con sus ramas desnudas
Al otoño rendidas.
Árbol que parece muerto
Sin esperanza de vida
Que veo en mi ventana
Siempre, día tras día.
Pienso que está triste
Con sus ramas caídas
Su color tan oscuro
Con sus hojas perdidas.
El invierno ha llegado
Y las ramas tan queridas
Se llenan con la nieve
En sus curvas dormidas.
El tiempo ha pasado
Y de las ramas fruncidas
Comienzan a salir brotes
Como espadas al sol blandidas.
La primavera ha llegado
Y las hojas recién salidas
Me hacen sentir honrado
De vivir para verlas nacidas.
Cuando llega el mes de Mayo
Entre las hojas por el viento mecidas
Le brotan florecillas blancas
Como si fueran de boda vestidas.
No me queda por más que admirar
Lo que Dios hace con su mano extendida
Lo que parecía muerto renace
Lo que era triste ahora es alegría.
Del árbol de mi ventana
Aprendo para mi propia vida
Que no hay esperanza que muere
Y permanece abatida.
Que solo es necesario
Saber que no está extinguida
Que siempre la fortuna llega
Cuales ramas de hojas henchidas.