ESPERA.
Y esperando quedé,
un tiempo sin tiempo,
que nunca pasa,
pero jamás llega.
Un tiempo sin edad,
que nunca envejece
y condena sin piedad,
lo que nunca pequé.
Esperando quedé:
Aquella ilusión,
y el fuego que abrasa,
la frialdad del corazón.
Forzados tus instantes,
horas, días y noches,
serenos o agobiantes,
entre dichas o reproches.
O tiempo sin tiempo,
que no tienes fecha,
que procuras contento
y también endecha.
Tiempo en mi espera,
eres llegada o despedida,
mi realidad o quimera,
sepultura muerte o vida.
Autor: Víctor A. Arana.
(VÍCTOR SANTA ROSA.)
Diciembre 21 del 2020.