De nuevo un salto
en el tic tac
de tu destino.
Como si fuera solo
una gota más
de agua caída.
Un habitual sobresalto
en lo cotidiano,
un suceso repetido.
El cada día.
Otra vez solo
por el camino,
buscando lento,
estando vivo.
Viviendo atento
y siguiendo un hilo,
el que conduce
a los que se han ido,
en una barca
sin rumbo fijo...
Otro instante más
de reinvención,
para decidir.
Puedes escoger
entre felicidad
y la angustia vital,
la que te persigue.
Tuya la decisión .
Tuya la ocasión.
Tuyo el destino.