Raiza N. Jiménez E.

El Trovador.-

Trovador de Sueños.-   Cuando uno escribe se siente libre y no hay límites. Puedes creerte un poeta y volar con la imaginación. Quieres atrapar en el papel los sentimientos del alma. ¡Si eres poeta de la vida, tu condición es el volar con tus versos y tus rimas, garganta al viento! Tu lápiz se deslizará para dibujar los temores; los ocultos miedos, los amores y los desamores.

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Se escriben historias y fantasías de memoria y te elevas cuando desalojas tu alma y la echas al aire. ¡Nada en el bardo es fantasía, verdades y mentiras, son erigidas por el alma libre del poeta, para ser oídas! Escribir, para vivir, sabiendo que las letras quedarán cuando tú hayas muerto y, si ya te has ido, poetisas la vida, para preservar el verbo en la muerte y la vida.    

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Qué ilógico, es el hombre que cree en morir y aquel que piensa que, un poeta que ya existió, pueda morir. Los poetas están destinados a vivir en la eternidad. Y sus versos renacen con las lunas y los hados. Cuando los demás duermen, el poeta se presta a vivir. Así,abre sus alas y sale por la ventana, colgado de los cometas, salta de estrella en estrella, muy feliz.      

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Va indagando en el horizonte y, copia todo su mente. Aquello que escriben sus musas es lo que lo inspira. ¡Allí en el vientre de la creatividad descansa el bardo! ¡Las musas, prístinas y aladas, en su corazón están. Ellas, lo habitan, lo siembran de sentires gitanos. Alegorías cantarinas, símil de serenatas, qué de gala vestidas, van a estrenarse en una ventana de amor.      

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¡Así, con sueños, armonía y llenas de pasión, nacerán!  

Los poetas miman sus dones y les da la mano, las ven, extasiado y mudos, pero escriben, escriben ... Oran el verbo y los poetas habrán de nacer y respirar. Tras ellos, va paseando en las letras y amando la rima. ¡El es la rima del trovador, atrapa los sueños antes del amanecer y cuando la luna se esconde, vuelve el poeta a su nido, quieto lo hallarán con la trova en su lecho.  

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¡No desesperes, poeta que, para trovar y cantar, has nacido. Nada se va del cielo, nada, y menos los ecos de los dioses. Ellos gritan, versos y cantos, y, el canto y el verso, modulan. Cuando la luna se eleva, el poeta vuelve al amor y con la luz. Y, el alba volverá atrapar las gotas del roció, para poetizarlas. Para llenarlas de prosas que, llegarán  a las almas sensibles.  

¡Dormido o despierto, que nunca desmaye tu gracia, trovador.