cómplice mía...
-¿es que siempre vas a andar riendo y descalza
por esos vagones ya descarrilados de mis recuerdos?
-¿es con esa cara de milagro recién editado,
trepando por palabras y rayando en los abismos
en los cuales siempre he naufragado yo?
-¿será que el amor solo fue un huésped
necesario y nada más,
en nuestras conversaciones con café?
te cuento que...
aquella alambrada completa de tu risa
definitivamente se me hizo cicatriz, nostalgia...
tu voz de fuente desbordada y tus notas en lápiz
sobre calendarios azules, por aquí andan
transplantando versos todavía...
las tibias esquirlas de lo que siempre fue
tu triangulo para el ardor, son cenizas
sobre el almanaque de mis ansias ya doblegadas.
y al final... ¡perdóname!
es que no siempre pero con el tiempo siempre,
solo fuimos libra y capricornio en el mapa zodiacal
de la carne. pájaros que huían. sombras tropezando.
ganas resbalando sobre el piso enjabonado
de unos sueños que ya estaban consumidos.