Nunca se debe eludir
de la vida su alborozo
sumergidos en un pozo
que nos impida vivir.
Nacimos para reír
sin prejuicios ni sanciones
disfrutando diapasones
del amor y la pasión
pues le dan al corazón
bello cielo de ilusiones
No teman a soledad
cuando ya sean mayores
por gozar de los ardores
de una exquisita beldad.
Esta vida es brevedad
y disfrutarla debemos
ya que un día moriremos
sin gozarla a plenitud
y los dogmas de virtud
es preciso que ignoremos.
Se debe ser obstinado
en disfrutar los placeres
que nos brindan las mujeres
con su cuerpo inmaculado.
Ser de santidad curado
es vivir la vida plena
sin temer a la condena
de sufrir en el infierno
porque un beso dulce y tierno
es nuestra gloria terrena.
Autor: Aníbal Rodríguez.