NUESTRO DESTINO
No dejemos que el amor se escape
enredado en las alas del ave,
en la ola gigante que se alza hasta el cielo
y que como vagabunda amenaza el destino.
No dejemos que lo que sentimos se apague del todo,
si son las cenizas los restos que arden
en nuestros corazones que sienten lo mismo.
Para que esperar que el día y la noche pasen de prisa
y se lleven el brillo de los cristales de nuestros deseos,
si lo que va a pasar, pasará tarde o temprano.
Para que esperar que el sol salga de nuevo
y la llama se apague con un silbido del viento,
con una ráfaga de silencios mortuorios.
Para que esperar que nuestros corazones se agrieten
y se ajen las hojas de nuestras conciencias,
sin poder siquiera rozarnos las manos o besarnos sin pena.
Acortemos la espera y alarguemos la vida,
y dejemos que nuestros corazones palpiten de nuevo.
Autor: Fabio Bohórquez Rodríguez (Fabo).
Poema Registrado en la
Dirección Nacional de Derechos de Autor.