A veces estamos,
y otras veces,
figuramos ausentes,
Como si el espíritu inquieto
que nos habita,
no se pusiera de acuerdo
con las cartas que baraja
para nosotros ,
jugando al tarot en otro lado.
A veces vamos sobrados
de energía,
mas en otras ocasiones
reina el caos,
como si de una montaña rusa
se tratará,
o por casualidad,
alguien moviera el cubilete
de los dados.
No sabemos al momento
a que atenernos,
ni jugamos,
ni mandamos en el mundo
en que moramos,
ojalá que llegue pronto
una tormenta,
que se lleve la partida
que ha tocado