Te regalo un saludo, tú desprecio,
te regalo un gesto, tú indiferencia,
te considero divina y tú un necio
te dedico búsquedas y tú ausencia.
Afirmas que me queda alto el trapecio
y que para escalar me falta esencia,
afirmas que no se pagar tu precio
y que es sin esperanza mi creencia.
Te basta idear algunos anzuelos
para seguirte en forma desbocada
aunque resulten falsos los señuelos;
te regalo todo y recibo nada
vives con ascensor y en rascacielos
y llego ahí, subiendo grada a grada.
Luis. Angel Castillo Aguirre
Los Derechos Reservados // 23-12.2020 //
Foto tomado de Red