Merardo Sepulveda

DESTINO

 

Vamos pasando, pasajero.

Caminante, ¡Camina!

 

Mientras la flor florea

y el aire airea,

la vida vive

y todo lo que es

debe continuar la tarea

de seguir siendo.

 

Más no cualquier cosa

es la tarea de ser,

sino ni más ni menos

que lo que se debe.

 

Si has nacido hombre

-así como la flor

que se despliega hasta ser flor,

 

y así como el pájaro

abre las alas y vuela

por el cielo que lo espera

y que no es cielo sin él-

así tú deberás llegar al hombre

hasta ocupar el espacio

que te ha sido reservado

y que te espera

para llenarse con tu presencia.

 

El sello de luz que traes en la frente

te ilumina el camino

y señala tu meta.