La única cosa que termino cuidando al final del día, mes o año, son mis libros.
En la soledad, me acompañan.
En el llanto, me abrazan.
En la tristeza, me sonríen.
Los libros pueden convertirse en lo que desees.
Se vuelven brazos para abrazarte.
Manos para sentirte.
Pañuelo para las lágrimas.
Esperanza para la vida.
Vida para la muerte.
Muerte para la nada.