Finalmente llegó el día
van sonando las campanas
anunciando que la noche
estará muy estrellada;
y con su luz desde el cielo,
iluminará las almas,
las almas que aún con vida
recibirán la mañana,
con un sol siempre radiante
que irá brillando en las casas,
en los mares y lagunas,
en los lagos y montañas
en los ríos y colinas
y en los prados con su grama.
¡Qué hermosa la Nochebuena!
¡Qué hermosa la madrugada!
Cuando nazca el nuevo sol
abre libre tu ventana
para que el rayo de luz
también ilumine tu alma
mirando hacia el horizonte
siempre lleno de esperanza.
¡Pero déjala crecer
cuando muy firme te nazca,
recorriendo aquel camino
que te lleve a la alborada!
Y por nada en este mundo
abandones la batalla
porque el vital estoicismo
como la sangre escarlata
recorriendo irá tus venas
de tu fuente enamorada
anunciando que el amor
brotó profundo de tu alma
con acordes musicales
como alegre serenata.