Y esos pueblos olvidados , de ciudades perdidas, de tiempos escondidos, de palabras censuradas...
tan típico esconderse en las tibias sombras
fingiendo arlequines en los balcones
medias sonrisas, medias asolapadas miradas
silencios tan incómodos , tan incómodos
como las visiones de los pensamientos del sub-conciente
esos tenebrosos miedos que tratan de ocultar
esas montaraces paredes de estaño flotando en los acantilados , girando a muchas revoluciones
hablando como los oídos de los girasoles
y vislumbrando mejores momentos de naturalidad y coherencia eficaz
en las mañanas reveladoras