Aparta Diógenes tu linterna porque solo produce sombra tu luz y tus juicios . Deja este mundo de miseria en la oscuridad y en el silencio de las profundidades avísales. Escucha la vieja tuna del pobre hombre, que es el hombre pobre . Suena como el viento cuando hace susurrar las cañas trayendo las voces primitivas de los hombres huecos jugando con el agua en las orillas de las alcantarillas. Su vida es horror confuso que no conmueve a las jerarquías humanas; o quizás su vida es un error que no remedían las jerarquías divinas. Ante ti tienes al hombre anarquista , se ha quedado cojo porque lleva los mismos zapatos rotos hace años dando vueltas a las calles de forma solemne buscando a alguien que sea justo con el desafortunado, y ha encontrado la virtud y el placer en la más heroicas de las humillaciones de sus privaciones, servidumbre y cinismo. Ahoguemos el grito de los silencio de la desesperación, y veamos lo terrible que es cuando se palia la situación de miseria. Aquí y ahora quiero presentarte a la joven tuerta y feliz ,comiendo perdices sola con avaricia. Nunca se cansa de devorar alimentos , ni de llenar carros de los supermercados, se ha quedado sin un ojo y sin novio por una accidente laboral en un almacén de naranjas donde le cayó un palet en la cara, deformándola como a un cíclope. Ahora cobra todos los meses mil euros de pensión , impensable trabajando . Le da las gracias a los dioses por su fortuna comiendo. Reza en silencio para no avergonzarse de si misma por haberse salvado de la miseria gracia a este milagro .Mira en esa esquina al joven tísico melenudo. Tienes ante ti al gran poeta cuya voz se desvanece denunciando la injusticia social , mientras las ratas le devoran las manos que podría utilizar para trabajar. Conoce su gran obra . Es más majestuosa y conmovedora que la de Ghoethe o William Blake. Se irá de este mundo sin haber conseguido que nadie les escuche, una mujer le ame, ni haber trabajado un solo día de forma realista. Gracias a su adicción al fracaso, al sufrimiento , a la fantasía y al alcohol, tendrá una verdadera vida de poeta atormentado. Ven a mi comuna Diógenes. Allí somos todos uno solo. Ven a cantar y reír con nosotros. Está en la vieja fábrica que producía papel para el estado. Ahora hay hombres y mujeres juntos, tirados como sacos en el suelo, fraternizando como los animales de rebaño cuando van a hacer sus necesidades en las esquinas juntos. Cuando baja la temperatura mueren varios, cuando alguien hace fuego mueren en las llamas varios. No esperan nada, no quieren nada, no cuentan para nadie. Sus corazones son de hierro. Insensible al dolor , al sufrimiento, y al pecado. Sus pieles extendidas forman el gran libro viviente de los testimonios. No tiene valor en las estanterías oficiales, donde se guardan en archivos sus excrementos plasmados de un reino de papel de las oficinas de un orden que se derrumba, y del que no han podido salir los gobernantes que chillan con estrépito llenado de sangre su voz. Los héroes de arriba forman estrellas que se apagan con un sueldo, una reputación, y un destino lleno de rutinas en una galaxia consumista que estalla en silencio. A su alrededor esta caos que se devora a si mismo en una existencia cotidiana suicida . Mira a todos juntos Diógenes, mi gran legión silenciada y su destino: –
! como los aqueos durmiendo relajados en la playa antes a tacar Ilión tras el desembarco!
Aquiles, Ulises, Diomedes , Agamenón, Ayax , paralizados ante las murallas sin valor para luchar ni para escapar- Laocoonte devorado por las serpientes marinas anunciando la victoria de los vencidos. Son los héroes del silencio que escalarán las murallas ocultando su mala suerte, plantando cara a la muerte sin lagrimas en los ojos cuando sean aplastados por los elefantes. Arroja tu linterna Diógenes ,porque has encontrado a los hombres justos cuyos labios están sellados como su alma extraviada en las tinieblas que nadie puede destruir, porque saludan en el silencio a su muerte y su olvido.
Quédate con nosotros a ver como desaparecen las vidas devoradas por la peste.
Así termina el mundo, no con pena, sino con una carcajada en la agonía del exterminio.
Ángel Blasco.son tiempos de héroes del silencio donde podemos ser todos unos verdaderos héroes del silencio