Muy rápido exijo a mi criollo pingo galope
suenan lejanas las campanas de la catedral
y tras el afàn vertebral de la musa Calíope
veo cercanos fulgores en la torre principal.
La ecuménica asamblea de poetas y poetisas
saludan con rimas y sinalefas el gran natalicio
cantando piadosos, estrofas de la eterna primicia:
¡ Ben Yeshu, el niño bendito del veraniego solsticio!