Alfredo Saez

-Navidad del solsticio del verano-

 

Muy rápido exijo a mi criollo pingo galope

 suenan lejanas las campanas de la catedral

y tras el afàn vertebral de la musa Calíope

 veo cercanos fulgores en la torre principal.

 

La ecuménica asamblea de poetas y poetisas 

saludan con rimas y sinalefas el gran natalicio

cantando piadosos, estrofas de la eterna primicia: 

¡ Ben Yeshu, el niño bendito del veraniego solsticio!