Te pido perdón por estar
Así bajoneado
¿Sabés aquella cosita
Aquella diminuta brasita
Aquella cosita que tenemos bien adentro
Guardada en el fondo mas hondo de nuestras almas?
Un llamita débil
Muy muy débil
Casi imperceptible
Pero allí está
Cuando menos se espera,
En aquella noche fría, helada
Sin aviso
Como que por magia
De una
Se prende con todo el vigor
Nos conforta en la tibieza
Alimenta las esperanzas
¿Sabés ese lucerito?
El mío ya no está
Mis lágrimas lo ahogaron