Amores perdidos
Hay de esos amores perdidos que esperan cualquier momento del azar o el destino, para enredarse de nuevo, en el punto en el que no se han atrevido. A decirlo todo o a no tener miedo de decirlo.
Esos amores que se han escapado como lágrimas entre los dedos, por no ser correspondidos,
por no tener el valor de enfrentarse para amarlo como uno hubiese querido.
Esos amores blandos, que solo uno siente fuerte y no es sentido, esos amores en los que uno lo pone todo, lo desea, se entrega y espera del otro lo mismo.
Esos amores perdidos, que solo uno siente y el otro se deja querer sin sentirlo.
Esos amores que engañan y nubla los sentidos, hacen daño al que espera la respuesta antes de la total entrega, antes de perderse en la noche bajo un manto de estrellas, entre besos y gemidos.
Esos amores no correspondidos, que uno siempre tiene la duda, de lo que habría podido ser, si hubiese sucedido.
Esos amores que siempre cruzan las miradas, para decirse lo que no se han dicho.
Esos, amores que buscan el refugio en el recuerdo cuando andan perdidos.
Esos amores que no valen, para nada más que el olvido, encerrados en una caja con un lazo de tela rojo prendido.
Hay amores perdidos, que uno solo a amado mientras el otro no se ha atrevido.
Hay amores perdidos, esos que duelen en el alma, haciendo brotar lágrimas
sin encontrar sentido, haciendo preguntas que duelen, ¿porque no me ha querido?
Hay amores perdidos, que nunca debieron de ser amados, porque nunca fueron correspondidos.
Hay amores que lo dicen todo, menos un te amo sentido.
Hay amores perdidos...
Hay amores perdidos, como agua de manantial, buscando surcos hasta perderse en el rio.
Hay amores perdidos, que ni el tiempo ni los deseos, ni el azar ni el destino encauzan de nuevo, porque nunca han sido amores correspondidos.
Hay amores perdidos, que no merece la pena, ni deshacer el lazo que los tiene atados en el olvido.
Hay amores perdidos, que nunca debieron haberse sentido...
Hay amores perdidos, que son la puerta abierta para el amor más bello jamás imaginado por uno mismo.
Hay amores perdidos, que preparan el camino hacia ese amor, amado, sincero y correspondido.
Hay amores perdidos...
Hay amores..., que son la antesala de lo que está por vivirse amando sin lágrimas que mojen la almohada, que nublen los sentidos, que te asfixia y te hace sentirte pequeño, culpable por lo dado y aun así no haber sido amado o querido.
Atrapado en las dudas, encerrado en ese chantaje emocional y cautivó, por quien ni te ha amado, ni tan siquiera querido.
Hay amores que sólo fueron un juego, en el que uno se ha divertido y el otro se ha perdido, apostándolo todo, ante un tahúr, con las cartas marcadas y cara de pillo.
Hay amores perdidos...
Pero hay más amores aún para vivir los.