Todas las monedas me he gastado,
y muchos dirán que mejor ni lo intente,
pero al solo quedarme la suerte,
le pida a ella lo que otros me han quitado.
Pero es que es demasiado,
he llegado a pensar en la muerte,
para dejar de ser sirviente,
del que tanto me ha quitado.
Pero la vida me ha ganado,
aún sabiendo que es cuestión de suerte,
no soy capaz de mirar al frente,
porque todas las monedas me he gastado.