el mañana espanta como esta ciudad
hay una mejor
frente al espejo mas no quiero verla
tengo el rostro demasiado
de pensar en la cura imposible
breve
hecha de ojos de locos y encuentros
mira
desde cuándo me salvo los días
los sin descensos hermosos y aquellos
domingos desangrándose
en un callejón... me reto a conseguir más
con heridas en tajo
para alcanzar lo que ahora está contado
hasta tener por centenas
asegurando mínimo el peligro de elegir
entre ficción y llanto
inmune
y principalmente lega fe