Tengo por cumplir un sueño
y es para el dos mil veintiuno;
que creo muy oportuno
y deseo con empeño,
algo que ya les reseño
en versos que les entrego
que tristes son, no lo niego,
pues refieren a la peste
que nos cruzó de este a oeste
y nos atrapó en su juego.
Momentos de mala suerte
alterando tantas vidas
y forjando almas heridas
porque quiso así la suerte;
causando a varios la muerte,
pues mucha gente inocente
ignorando al oponente
se rindió ante este asesino
que les impuso el destino;
y dicen fue casualmente.
Pido entonces al Señor
para el año venidero,
salir de este atolladero
de impotencia y de dolor
y que nos vaya mejor…
Mejor que este que pasamos
en el que algunos lloramos
y quisimos romper todo
pues se vivió de mal modo
el tiempo que atrás dejamos.
Jorge Horacio Richino
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