susoermida

AGUA QUE NO HAS DE BEBER...

 

 

 

Hay rumores solitarios que golpean

los costados de esta sombría intención.

Incluso hay verbos y razones

que dan su hora en punto

sobre el trigo cierto y paciente

de su andar minutero.

Hay pies presurosos y distancias

de presagios que recortan las alas

rápidas de la llegada sobre hilos pálidos

de un tejer lleno de gargantas

que pronuncian verbos con tactos

de un te quiero.

Tactos de consumida intención

pues el agua no brama a su paso.

Todo lo más tiene un puente

de espumas hermano de esos líquidos

que son caballos sin nombre

y claridades extensas en la duda

y el cauce que asegura su círculo equivocado.

 

Agua que no has de beber déjala correr.

 

Buscaré el origen de las tinieblas que tiritan

y buscaré el cuchillo que se coma su propio filo

para que no corte esta amable intención

que se resume en golpes de distancia

y en uñas que no rascan ni las rosas de los sueños.

Dejaré golpear las pasiones en las ensimismadas

piedras que adornan este triste rio

que se cree ceniciento y borbotón de velocidades.

 

 

 

Llevaré las cenizas y los jinetes de este fuego,

que será rescoldo y también llama

de este corazón de árbol sin ramas y sin podar.

Volveré a empezar en una noche de estaciones

con vagones mercaderes, feriantes y sin objeto.

Conversaciones oscuras con trajes mercantiles.

Que nada venden y las vacas tienen pantalones

de sólida intención y fronterizos desamparos.

 

Agua que no has de beber déjala correr.

 

Cruzaré mi vida de norte a sur y de aquel

otro lado al otro lado,

orientes que desconoceré en mi camino,

sustancias y nudos, sabores y magnas intenciones

de romper el cruce de dos cuerdas con la espada

de esta vida que se va de la otra mitad.

Fronteriza intención y espeso sentir

desde el cual mi adiós, aun doliéndome,

hace que mi garganta dura y masculinizada

escriba el seco adiós de este dolor que resuena.

 

Agua que no has de beber déjala que sea.

 

Le diré adiós a los amores que quedaron temblando

sobre un papel de flacas intenciones.

Cogeré una rosa y la llenaré de insultos tristes

y al mismo tiempo la acariciaré

hasta la ultima hoja que será collar

dulce de colores para el recuerdo.

Y llenaré mi jardín de jardineros tullidos.

Y cerraré las escuelas de los sueños desiertos.

 

Agua que no has de….