Hay rumores solitarios que golpean
los costados de esta sombría intención.
Incluso hay verbos y razones
que dan su hora en punto
sobre el trigo cierto y paciente
de su andar minutero.
Hay pies presurosos y distancias
de presagios que recortan las alas
rápidas de la llegada sobre hilos pálidos
de un tejer lleno de gargantas
que pronuncian verbos con tactos
de un te quiero.
Tactos de consumida intención
pues el agua no brama a su paso.
Todo lo más tiene un puente
de espumas hermano de esos líquidos
que son caballos sin nombre
y claridades extensas en la duda
y el cauce que asegura su círculo equivocado.
Agua que no has de beber déjala correr.
Buscaré el origen de las tinieblas que tiritan
y buscaré el cuchillo que se coma su propio filo
para que no corte esta amable intención
que se resume en golpes de distancia
y en uñas que no rascan ni las rosas de los sueños.
Dejaré golpear las pasiones en las ensimismadas
piedras que adornan este triste rio
que se cree ceniciento y borbotón de velocidades.
Llevaré las cenizas y los jinetes de este fuego,
que será rescoldo y también llama
de este corazón de árbol sin ramas y sin podar.
Volveré a empezar en una noche de estaciones
con vagones mercaderes, feriantes y sin objeto.
Conversaciones oscuras con trajes mercantiles.
Que nada venden y las vacas tienen pantalones
de sólida intención y fronterizos desamparos.
Agua que no has de beber déjala correr.
Cruzaré mi vida de norte a sur y de aquel
otro lado al otro lado,
orientes que desconoceré en mi camino,
sustancias y nudos, sabores y magnas intenciones
de romper el cruce de dos cuerdas con la espada
de esta vida que se va de la otra mitad.
Fronteriza intención y espeso sentir
desde el cual mi adiós, aun doliéndome,
hace que mi garganta dura y masculinizada
escriba el seco adiós de este dolor que resuena.
Agua que no has de beber déjala que sea.
Le diré adiós a los amores que quedaron temblando
sobre un papel de flacas intenciones.
Cogeré una rosa y la llenaré de insultos tristes
y al mismo tiempo la acariciaré
hasta la ultima hoja que será collar
dulce de colores para el recuerdo.
Y llenaré mi jardín de jardineros tullidos.
Y cerraré las escuelas de los sueños desiertos.
Agua que no has de….