¿Por qué no ríes, niña descalza?
Si hay aves cantando y abriéndose rosas
¿por qué tus ojos sin brillo, por qué en blanco la mente?
Si es luminoso el día y alegre el amor
A donde camine me hieren astillas
tanto ya recorrí que he olvidado los juegos
del sol me oculto porque me arde la piel
mi hogar no lo hallo ni quien una guía me dé
ha de ser una cueva donde no penetra la luz
¿por qué no cantas para el corazón consolar?
La luna se alzará para la piel refrescar
¿por qué no sueñas un rato si tan cansada estás?
Los ángeles susurran en sueños
Y traen de vuelta los juegos
Mi voz no tiene sonido ni fuerza el corazón al latir
No ansío la luna ni sorpresas por descubrir
Descansar ya lo hice y mi mente sigue sin paz
Si duermo ningún ángel acude conmigo a jugar
Un sueño acaso quisiera del cual ya nunca más despertar
¿por qué no rezas, niña, si tan decepcionada estás?
Si la hora de cualquier forma vendrá
¿por qué no contemplas al menos el ramaje al mover?
En derredor la belleza podrías notar
y una sonrisa te podría arrancar
Repetir frases hechas no es igual a rezar
toda esa belleza más bien entristece
pues es por completo ajena a mi
más dura encendido un cerillo
que la sonrisa en mis labios
ha de ser que con melancolía nací