Haré mi casa en estas palabras,
En este poco espacio que queda
Entre lo que no existe y lo que no tiene retorno.
Apiñado a mi esternón,
Mentón contra rodillas,
Un proyecto de origami de ser humano
¿De qué soy rehén?
Me pregunto cómo y desde cuándo
La desesperación ha mutado
En esta perezosa agonía de foto a bajo contraste.
Quisiera que el sueño me llevase en andas,
Como un buen amigo que cuide de un borracho,
Hasta que la siesta haga luces a la noche
Y en la noche todo sea otra vez ese amable infierno de sílabas hambrientas
Y enfermas que consuelan
Cuando se cansan de hostigarme.