2020 año de mucho aprendizaje y crecimiento.
Y se reunieron los tres después de meses aislados
y vinieron a mi lado con gran generosidad.
Es en esta Navidad el regalo más preciado
ver a mis hijos sentados en mi mesa y festejar.
Son personas responsables, buenas, de gran corazón
y justo en esta ocasión están de vuelta en el nido,
el que un día decididos, dejaron para volar.
A veces los siento niños cuando sus risas aunadas
invaden toda la sala de alegría y juventud.
Después la charla amigable con todos y cada uno
que me devuelven al mundo y veo con claridad
que han crecido, son adultos
mas las ganas de mimarlos, yo no las puedo evitar.
No siempre estamos de acuerdo en cosas fundamentales
pero somos muy frontales y optamos por el respeto
por cada uno, sus hechos y su forma de mirar.
Y así pasaron los días.
Casi sin tiempo a pensar hoy los abrazo al partir
cada uno a su lugar, y como un sueño fugaz,
despertar y darme cuenta que todo volvió a su sitio,
cual carruaje a calabaza, mas quedó con Luz la casa…
Gracias a esta Navidad!!
Miriam Venezia
27/12/2020