Deje mi barca anclada en la arena, y sali corriendo de aquel muelle de tablas, pensando que te encontraria al llegar a la taberna, sentada en una silla tomandote una cerveza, y escribiendo en un papel, nombres, corazones y flechas.
Mientras te acordabas por momentos del hombre que mas deseabas en tus tardes de siesta.
Y cual no seria mi sorpresa cuando te vi en una esquina , tomando un poco de vino y con la mirada en otra parte, como si quisieras que ese hombre que tanto querias , con un beso apasionado tu sed de amor saciara.
Por lo que me apresure y fui hasta tu mesa, viendo como se te iluminaron los ojos como dos soles , al sentir que el amor llego a tu corazon cuando menos esperabas, pues me imaginabas lejos en medio del mar , tratando de llenar de peces mi pequeña barca de pesca.
Deje mi barca anclada en la arena por buscar tus besos , tus caricias, tus palabras seductoras y la belleza de tu cuerpo.
Y al final no me arrepenti de dejar sola mi barca, por que al ponerse la tarde estaba acompañado por el sabor del mar y por la mujer que me entrego su amor como si me regalara el azul del mar y las estrellas.