Vuelve el otoño y todo se extravía.
Los rubios campos pierden sus galas,
acechan en las plazas recuerdos,
vivir parece un estanque sin agua.
La luna está cubriendo silenciosa
mil noches que contemplan tus ojos,
reflejos de experiencias, fracasos
en la paz del otoño.
Frente a la calle tus cárdenos deseos
son como un tiempo de causas perdidas.
Regresan las cadencias del otoño,
sus manos frías y extraña vida
Las secas hojas pisas, rompes...
Igual que el aire se estremece
o suena con fatiga otoñal,
nada es eterno ni para siempre.