Un sabor amargo
de un minuto corto
de un hastío largo
de un año nefasto.
Un sabor a nada
un andar al filo
de vivir en vilo
y estirar las ganas.
Un amor remoto
sin estar presente
de gozar ausente
y sentirse roto.
Poco, casi enfermo
de creer verano
juntos,
de la mano;
y vivir invierno.