Carlos Eduardo

Ronda

 

la muerte,

 

visita hospitales,

 

carreteras, calles, parques, ferias, playas,...

 

donde haya vida vigila,

 

no discrimina, sea lo que sea,

 

es la gran igualadora,

 

un animal, una planta, ... lo acecha

 

hasta que lo vuelve de su lado;

 

¡qué misión!;

 

en cambio vivir,

 

es cuesta arriba,

 

no puede superar a la muerte;

 

si te toca partir desde el fondo,

 

en tierra estéril,

 

el calvario es un tormento,

 

es predestinación.

 

 

    Lo mejor,

 

pareciera ser la inexistencia,

 

ni lo uno ni lo otro,

 

ni nada; 

 

pues materia, energía, información,...

 

en todas sus formas,

 

finalmente desaparece

 

...

 

 

      Dirás espíritu, alma, dioses, demonios, ...

 

seres eternos,

 

¡allá ellos!

 

...