Dayanara Mondragon

El perdón

Todo se paga, nada nos libera del castigo, ni siquiera…

 

El perdón

 

El destino complace, viejo amigo,

justa se vuelve a mirar la historia,

golpetean en el pecho,

recuerdos de gozo y pena,

nuestros niños lloran.

 

Ahora somos como hojas secas

o corazones derrotados,

por la angustia de ser.

 

¿Y qué es lo que fuimos?

Si ya lo que somos nos ciega la fe.

 

Me dio gusto encontrarte al camino,

más no percibo el mismo placer,

antes vivíamos renunciando a sueños,

ahora yo vivo por puro placer.

 

Hoy se mira un escenario frío,

las jornadas diarias,

se repiten una y otra vez,

es un círculo enfermizo,

no hay nada que podamos hacer.

 

Te sorprende mirarme,

sin resentimiento alguno,

para mí no ha sido fácil,

pero lo pude vencer,

el fantasma, se fue contigo,

cuando decidiste, buscarte en otra piel.

 

Veo con tristeza que a todos nos llega,

es cierto que pagar nos toca en esta piel.

 

Mientras yo camino,

con la sonrisa de un hijo,

viendo como en hombre

se transforma su ser.

 

Tú desconsolado, lloras tus heridas

que te provocaste,

por sentirte hombre cuando eras un niño,

por creer en vano

que mi llanto seria tu merecer.

 

El destino complace amigo mío,

y es de sabios reconocer,

que cuando perdemos, el perdón,

es lo único que nos hará sentir bien.