Eres bella, inteligente, tierna, así, en ese orden y en gran medida, no hay ser sobre la faz equiparable a ti; bella porque resalta tu contorno esbelto, tu aura se esparce tanto que destacarías en una muchedumbre, tu mirada donde sea que la poses atrae como imán, tus ojos compasivos son como una bengala que proporciona esperanza a los necesitados, tu paso firme y decidido puede ser tan ligero como el de gacela y te lleva a donde quieras, gacela que sabe estampar una huella profunda en quienes la rodean, tu cuello es el asiento perfecto para esa cabeza llena de gracia, inteligencia y ternura, posees una curiosa combinación que te hace irresistible, eres belleza condensada y concentrada.
Inteligente porque creas, tu mente es un continuo mecanismo de ideas, unida a una voluntad férrea e imparable, siempre ves más allá de lo evidente, aunque calles, aunque duermas, tu cerebro es una fábrica y no cesa, como si quisieras procesar todas tus dudas y producir también sus respuestas, esa luz perpetua que llevas dentro navega en la oscuridad que se cierne y como sea logras salir a flote; tu palabra, inamovible resiste los embates de las críticas y se mantiene intacta, invita al análisis, a la cordura si es necesario, eres genial en tus proyectos, metódica con los detalles, la disciplina que te impones te hace concretar tus propósitos.
Tierna porque tu corazón se te desborda por los ojos, emanando sensibilidad, traes nubes en los dedos y cuando acaricias parece que llevaras al cielo, tus labios sabios pero también gentiles pueden ser cascabeles, oleaje cristalino, no hay medios tonos, todo sale perfectamente coordinado, como una melodía, hasta te salen alas en la espalda, lo he visto, y si se mueven, en cada ramalazo esparces diamantina.
Bella, inteligente, tierna, no cabe duda, porque la creación necesitaba más que flores, más que pájaros, más que playas y bosques, la creación necesitaba criaturas como tú, existentes en linderos de lo inefable, la creación necesitaba inventos, juegos, artes y seres como tú que los plasmen, la creación necesitaba amor en abundancia, armonía y seres como tú que lo inspiren, lo divino, lo sempiterno, lo intangible, la creación necesita eso que sin explicaciones intuimos ¿no me crees? Ya sé que mis torpes labios no saben describir el maravilloso viaje desde la refulgente estrella que te trajo hasta éstos toscos parajes de humanidad en decadencia, pero en esas manos adorables y delicadas se nota, y cuando las posas en tu corazón pareciera que regresaras a ella.
Sí, no me canso de repetirlo, bella, inteligente, tierna, belleza y elegancia atemporal en cualquier lugar, en cualquier ocasión y a cualquier hora, inteligencia que no se cansa de producir, ternura que salva las caídas, luz perpetua brillando en tu interior, así eres tu.