Almohade

MORALEJA PARA FIN DE AÑO

 

 

El amor se columpió en la calle de los Secretos

jugando con el niño de los zapatos rotos,
aquel pequeñín de mirada triste
se balanceaba agarrado a los tirantes del columpio
con la luna de la noche dándole la espalda.
El viejo poeta de barba cana los miró desde el ático
en completo silencio, y rompió sus poemas,
pronto iban a dar las doce en el campanario de la esquina.
El gato peludo maullaba tecleando con sus patas
en el ordenador de la alegría,
y una gata muerta de frío postrada a los pies del niño,

dormía cubierta por la nieve de la tristeza.

Allí en la calle de los Secretos, donde todo se sabia,

se calló la palabra y sonaron las campanadas,

el calor en el ático fundió las teclas del ordenador
mientras;

el gato peludo se asomaba con sigilo a la ventana

de la mirada indiscreta.
El niño enterró a la gata bajo la nieve
y el poeta cubrió con su culpa el último deseo del pequeño.