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En el rincón más lóbrego de mi mente
un ser de aparente senciyez,
un movimiento alegre, espiritual, un avance
hacia donde no se sabe...
Tras la cortina oscura los hechos de la vida,
todas las noches y días
escondidas de las garras, de las armas
que fuera rechinan...
Analizando el transcurso del sol deduzco
que estoy solo y soy
el creador de todo...pero cómo?
Avisto a mi amor entre las flores,
sobre la tierra parda
su corazón ardiente, su mente helada,
su verdad, su alma...
Fastasmagoría! Se me dilata la euforia,
positividad regresa, me coordina
las ideas, mi maestra sapiencia...
El árbol de la ciencia, el bien y el mal
se entrelazan en mi alma,
pero es largo de contar...
No existe nada, todo es máscara, teatro
donde actúo a dúo con mi sombra
para soportar la soledad, el dolor, el ahogo inerte
en el rincón más lóbrego de mi mente
Corazones de humo rojo
ardiendo entre rastrojos...
Nebulosos ojos oscuros
destrozando todo muro...
Y el mudo canto del bosque
completo inventa un camino...
Roto ando por este lado mío
vacío como el frío cósmico,
el desierto deshecho de noche
en granos de oro de colores
tristes... Solo existe el silencio
y la indecisión, y el sol siniestro
es nuestro creador... Oh demonio,
porqué me dices esto? Soy yo
la sombra de tus odiosos deseos?
Al fondo aún hay un fuego
blanco y negro, misterioso
creciendo hacia afuera;
una mano entre la niebla?
No, son mis corazones agonizando
sincronizados al mismo tempo solitario...
Dejé marchar al anciano
entre el rojo humo dinámico
bajando despacio, pisando
pesadiyas yameantes
que con voces acechantes yamaban mi alma
al letargo, para matarme...
Quité aquel dolor, ya estoy bien, aunque mi mirada,
oh demonio, tiemble al verte
desnudo de puro humo rojo sangre...
Fosforescentes, al fondo, dos ojos verdes...
Tu ofrecimiento: fuego; un no al tiempo y a la muerte...
Un ardiente amor sempiterno
que me caliente este invierno
Cavilo...pensamientos fríos, de hielo...
El miedo, ay! es infinito...
Hay dolor dentro, entrometido...
Oscuridad, abismo... Feble me siento
el cuerpo...esta mente que te escribo...
Ay! Estoy perdido en mi delirio...
Un laberinto, una noche hecha para mi
eterno deleite...porque quiero salir de aquí
para siempre, y vivir libre, sí,
contracorriente, hostil solo contra la muerte,
caminante cavilante...persona aparte...
Todos caen, tal vez ni sobreviven...
sin pensar se van y no vuelven...
Y es triste sabes? no existe otra parte...
Descartando la última jugada
le apuesto nada a la bruja,
y me sumerjo en mi burbuja
para salvar mi alma pujada
Sangraba silencioso el sabor
de un mar sin sal, y seco
como suele ser el desierto
que surco en busca de amor
y nunca una canción,
solo crueles cadenas,
calaveras en calabozos,
hastío y horas en espera
de un hito, de una historia...
Estoy harto de tanta hostia!
Soy algo así como un guerrero
por la vida, contra el tiempo
Soy el dios del fuego eterno
y lo guardo con gran cuidado
Soy un secreto tan olvidado
que nadie sabe como me yamo
Soy un mensajero de lo alto,
un ángel, un querubín bien armado
Soy el sentimiento, o su reflejo
en alguno de esos espejos constelados
Soy áspero como el frío invierno
y caliente al tacto como el verano
Soy yo el creador del universo
o solo la sombra de sus actos
Soy lo último, y lo primero,
y estoy en el medio, y en los lados
Soy todo y nada en un cuerpo
concentrado en ser de pensamiento
Soy etéreo, un misterio dentro
de un alma, que expreso en versos
Soy su guardián, su albacea,
la luz guía, el amor que tanto desea
Soy la voz del silencio,
antorcha en tierra cuando la noche se cierra
Soy, lo siento...
Quiero darte un regalo alma
un poema que trascienda esta realidad
un canto que te encante y abra
una palabra que diga tu verdad
una rima sin igual
una línea sin final
una voz emancipada
y la libertad prometida
para ti ya
Más has de briyar
harás maraviyas
y yo te lo voy a demostrar
que tu poder es total
y la vida que posees inmortal
Mastico hierro y cristales
a la sombra de aquel entierro
distante, que casi mi vista distrae...
Hay yamas en la caye,
charcos yenos de noche y luces
espirales, sombras y demás...
Quién ama la negra oscuridad
que todo lo abarca? Quién osaría
perturbar la paz de la durmiente estatua?
El tiempo pasa?
No es verdad.
La noche es ahora completa,
descansan alas las estreyas en el agua...
Hay soles entre la espuma del mar
y lágrimas que se van a la deriva,
sonetos desechos entre las sombras de la noche...
Muerdo el húmedo látigo, el rayo de luz,
el pecho de la Luna...
Estoy ávido de Amor...
He renacido de mis cenizas otra vez.
Yoraré de alegre!
Ay! No es verdad! Desisto!
Desisto? Me aislo en mi soledad...
No hay nadie, nadie!
y el fondo está oscuro, tan oscuro...
Ay! Mi alma, qué hicimos mal?
Qué desastre! La destrucción
es evitable...pero no hay nadie,
nadie! Nadie? Ni el viento,
ni la Luna ya, ni una estreya?
Me levanté muy tarde para verlas
y nada! Sombras, sombras irreales!
Ay! Desisto! Demasiado tarde
para dar amor...no hay nadie...
...solo estoy yo, y mi sombra...
Confiaré? Me lanzaré al vacío
de la noche silenciosa en un suspiro?
Ay! No! No! Dejadme espíritus malignos,
no quiero a nadie ahora en mi sitio,
solo yo, o nada (que es lo mismo)...
y no desisto, sigo este estrecho camino
con mi rumbo perdido...y solo yo mismo
Quién? Ninguno, o igual el demiurgo
Desapareció el desaparecido?
Se fué a su mundo infinito?