Un diciembre todos hemos tenido,
ha sido el exquisito y maravilloso
que en el alma lo llevaremos orgullosos y prendido,
pero buenos amigos se llevan junto a uno siempre.
No importa la cena, la mesa arreglada,
es la alegría en el rostro reflejada
de ver tus seres queridos, es tampoco
ver el turrón partido del gusto que prefieras,
es sentir ese dulce de la vida en todo papel
que con ella juegas.
Es mucho más que eso, saber que los que no están
es porque lo decidieron y festejaremos con los que siempre
serán los que se sienten en la silla, pero la vida a veces
nos juega una pesadilla poniéndonos dificultades,
pensemos que en la vida todo cabe
mientras tengamos vida para agradecer y más que sentir es poder
brindar siempre nuestra alegría, que viva la vida,
aunque este año que pasó, nos haya dejado la silla vacía.
NellyCastell