Ya siento que se acaba el año,
el año de los abrazos perdidos
que cada humano, con los sentidos
a flor de piel se ha llenado de engaño.
Engaño miserable de políticos,
engaño miserable de capitaloides,
engaño miserable de mercantilistoides
engaño miserable de oligopoliticas
Cuanta responsabilidad dirimida
a la suerte del voto fácil,
que más de un imbécil,
ha creído estaba bien dirigida.
Los abrazos perdidos, poco o nada
han tocado a los promotores totalitarios
que muchos se mostraban solidarios,
nadie soñaba, ¡la gran empanada!.
No busques responsabilidades,
pues, todos sabemos quiénes salen,
de estas maldades, impolutos no valen,
mas, no me engaño, son en ello autoridades.
Puestos a contar inútiles
mejor ir a plantar dátiles,
porque algunos son reptiles,
venenosos ediles y desguabiles.
Y,..¡me pregunto!: ¿es así la sociedad desglobalizada?...esta.