domingo perez

EL TREN

Deambulaba el coraje por el arcén

La lucha se abandonaba al oleaje

Un alma destruída se subía al tren

Para emprender sus últimos viajes

 

No deseaba que se enterara nadie

Que nunca el amor alzanzó aflorar

Pisaba un suelo repleto de cristales

Y eso en la vida, jamás lo olvidará

 

Condenaba a aquella madrugada

Que un manto cubría de estrellas

En la cual las promesas amargas

Tornaron en arrojadizas piedras

 

Esa noche con mirada encerrada

Tomaba asiento en tan frío tren

La estación sus candelas apagaba

Sentencia de muerte al atardecer

 

¿Por cuántos caminos lo llevaría?

¡Se diría tembloroso e incierto!

¿Y a qué destinos le arrastraría?

¡Se preguntaría vacío e inconexo!