Ella
Ella, es la luz que guía mis pasos, la dulzura hecha belleza.
Ella es el manantial donde sacio mi sed, donde reposo mis penas y nacen mis alegrías.
Ella, es el sentido y el saber, el significado de amar, se lo debo, en ella lo encuentro cada amanecer.
Ella, es la dulzura envuelta en sonrisas que te seducen, en besos que te erizan la piel.
Ella, es frescura y libertad, que a veces me cuesta entender sin herir la a la vez.
Ella, es entregada y fiel, humana, sentida y bella.
Ella, es la niña de mis ojos, mi amante y mujer, amiga a la que le cuento todo y me callo algo, para no hacerla daño, para no lastimar su risa, por no callármelo.
Ella, es temperamento, rabia y cólera, con dulzura de gata lamiéndote, buscándote una sonrisa entre sabanas y besos, que marcan cada rincón de mi piel.
Ella, se calla lo suyo, para decírtelo después, su lengua no tiene ataduras, se enrolla sola y Yo, la deslió, en silencio y sin reproches, dejándome hacer, hasta que me calla con besos de miel, en sus labios de gelatina al morder mi piel.
Ella, es muy suya, abierta a todo, sin por ello, mojarse los pies.
Ella, deja que el viento la envuelva en aromas que la hacen oler a limpio, como ella es.
Ella, necesita un plan alternativo, una luz al final del túnel, no puede dormirse si no la ve, le asusta la soledad, es un traje en el que no se encuentra, no es capaz de acomodárselo ni combinarlo con nada que le siente bien.
Necesita compañía, asfalto, gentes con quienes charlar, echarse unas risas y darle a la lengua, sacándole punta a cualquier cosa que ve, tomándose un café, en terraza abierta a pie de acera, donde pueda ver, observar sin ser vista, pero tampoco ocultándose.
Ella, es mi vida y mi destino, sin ella no concibo otro amor, otra mujer.
Ella, es mi amparo y mi arrojo, mi espada afilada, envainada y sin gota de sangre, se lo piensa dos veces o tres, no quiere verme herido, ni que me haga el héroe, me quiere a su lado, para disfrutarme.
Ella, no perdona el daño, lo disimula con quien quiere y con quien no, ni lo quiere ver.
Ella es el principio sin fin, porque no me imagino un final en donde no empiece con ella otra vez.
Ella, es mi refugio y amparo, siempre vuelvo a ella, no soy capaz de alejarme ni dos pasos, sin sentirla cerca otra vez.
Ella, es mi descanso, mi almohada, donde reposo tranquilo, sabiendo que me ama, sin saber aún porque.
Ella, lo es todo en mi mundo, cada mañana despierto solo por volverla a ver.
Ella, es ese tipo de mujer, que no pasa indiferente si la ves. Se gusta, que la miren sin tocarse.
Ella, es distinta a mis ojos, de cómo tú la ves.
Ella, es la luz que me ilumina, sin cegarme.
Ella, es lo que más he querido y ahora amo más que a nadie.
Ella, es ella, y Yo, solo soy quien ella quiere que la vea tal cual es.
Ella, es coqueta y presumida, no le gusta pasar desapercibida, aunque lo niegue. Siempre tiene la última palabra, con esa voz dulce y suave que me cala hasta los sentidos cuando me habla y me mira, revoloteando, cambiando de derecha a izquierda, hasta marearme y encontrarme con su cara, riéndose.
Ella, es tantas cosas que ni quiero ni puedo, ni se contarlo, sin hablar de ella una y otra vez.
Ella, es la mujer que me ama y aún no sé por qué, me sigue teniendo en su vida, queriéndome.
Ella, es ímpetu, una cara bonita con unos ojos que te buscan y una sonrisa abierta sin reparos.
Cómplice, burlona de sí misma, juguetona y siempre alegre.
Ella, te da pie a todo, sin cortapisas, es espontánea y libre como la brisa. Aparece y se nota,
nunca pasa desapercibida, habla por los codos aun que se repita.
Ella, es mujer clara y sencilla, de fácil verbo y amplia sonrisa.
Ella, es ella y sus manías, sus cosas, sus momentos y su vida.
Ella, es amiga de sus amigos y siempre comprometida consigo misma y cualquier injustica la pone de los nervios, comiéndose las palabras, mordiéndose en su defensa, sin importarle el qué dirán, ni el porqué.
Ella, es la mujer que me ama y aún no sé porque, me sigue teniendo en su vida, queriéndome.
Ella es mi impulso, mi Biblia, mi fe, sin ella, no concibo otra forma de creer.
Ella, es ella y quiere vivir su vida. Se imagina como seria, a veces, se me pierde en esos sueños de lo que pudo haber sido y no es, se queda dándole vueltas, como las aspas de un molino según sople el viento sin cambiar el rumbo, lamentándose cuando las cosas no le salen bien.
Siempre buscando un ¿por qué?, alegre, vestida de fiesta, aunque no se celebren.
Me cuesta seguirla, es de paso rápido y siempre improvisa, lo quiere todo claro y se enfada cuando no se sale con la suya. Es caprichosa a la vez que compleja y sencilla, si la escuchas con paciencia y sin interrumpirla.
Ella, es ella, conmigo siempre a su lado, caminando de prisa, mirando para todos los lados, cruzando de acera en acera sin pasar por el paso de cebra, siempre atajando, inquieta y divertida, se olvida de todo, menos lo que le interesa.
Ella, es la mujer que me ama, y aún no sé porque, sigue queriéndome.
®© Autor