Déjame decirte...
Comienzo de un nuevo año…
Y un año más se ha de agregar
al calendario de existencia.
Y he de seguir recordando
todo lo sucedido en el pasado.
No puedo evitar recordar.
Para poder continuar siendo feliz,
debo tener presente mi pasado,
junto a ti.
Aunque tú ya no estés.
Descansas en tu sueño eterno,
allá, junto al Señor.
A veces pienso…
¿Y si pudiésemos tener la posibilidad
de resucitar?
Sólo Él resucitó.
Sólo Él ha hecho resucitar…
A seres ya fallecidos.
Déjame recordar todos los momentos vividos.
Tú ya no me los puedes prohibir.
Y si vivieses, seguro que no me los prohibirías…
Un nuevo año ha comenzado.
Muchos padecimientos físicos he tenido.
Mucho he rezado a Él, nuestro
Señor de la Cruz,
de la vida, de la comprensión, del amor…
Este: Déjame decirte…
Que tal vez tú te enteres
de lo que diciendo estoy.
Mi cerebro es feliz recordándote,
aunque tú ausente estés.
El recordarte me hace ser feliz.
¡Necesito ser feliz!
Y lo soy. No me importan las lágrimas
que mis ojos derraman.
Muchas he derramado ante tu desaparición.
Me imagino que estás viva.
Vuelvo mentalmente a los momentos
que hemos compartido.
Si todo pudiese volver a ser…
Cierro mis ojos.
Y mi mente sueña.
Ella recuerda. Y soy feliz.
La felicidad es tan breve…
Pero tú existiendo en mis pensamientos
he de ser feliz…
aunque tenga que llorar tu ausencia…
Autor: Hugo Emilio Ocanto -
3-1-2021