Después de verte recostada totalmente desnuda, tan delicada, apasionada, tan llena de vida. Simplemente una mujer con la sencillez del fuego recorriendo las venas, totalmente una curva perfecta.
Mi mente nublada en pensamientos sedientos, imaginado por completo el movimiento sutil de tu cuerpo, esa piel, ¡Vaya! Tan delicada y provocativa como un dulce de leche con la cubierta destapada, y yo, con ganas de morder lento tus labios con besos.
Ese tejón rosado, esa entrada sin salida, esas ganas prohibidas, ese vigoroso detalle que me dejó en seco y si palabras. Solo con ganas de más, con ganas de ser el explorador de tus deseos, de ser el minero que llegue a las ruinas de tus placeres, de ser quien galope tu momento en el sexo.
Verte desnuda inquieta mis demonios, dormido se quedó el ángel, y en nuestro infierno se juntaron nuestras almas pasionales, demostrando que en vida, la pasión con el sexo son arte; el deseo anhelado crece, crece y crece como lava ardiente, y de esfumarse solo queda, el día que mi cuerpo y tu cuerpo se mezclen.
Henry Ruiz
3 DE ENERO 2021
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