Mujer, por qué usas tus lágrimas
Tus palabras punzantes
Y la fragilidad de tu voz como armas.
No tengo escudo ante gran amenaza
Lo frágil de tu voz conquista no tan solo los sentidos
Sino libera al esclavo de su desdicha.
Mujer deja que todo fluya
Así como el velero es llevado
Por los fuertes vientos.
Deja que todo fluya.
Porque, de tantas mentiras
en tus frases
ellas misma se delatan
Y han cerrado la ventana
Donde yo miraba tu alma.